ABSTENCIÓN

El Comité Federal del PSOE decide no bloquear la formación de Gobierno

Ayer domingo, el Comité Federal acordó por muy amplia mayoría, enmendar, en parte, el error de Pedro Sánchez de bloquear la formación del nuevo Gobierno, una vez verificado que no se podía constituir una mayoría alternativa encabezada por el PSOE.

Es lo que debió hacer Pedro Sánchez si hubiese sido tan inteligente como vanidoso es. Pero con la salvedad de haber negociado su abstención a la investidura con los nuevos presupuestos y todas las reformas estructurales que el país demanda a gritos.

Pedro Sánchez tenía que haber desoído las monsergas de Podemos en el sentido de que el PSOE se casaba con el PP. El PSOE debía haber hecho lo que un partido de Gobierno como es, tenía que haberse posicionado en el interés de España y del propio PSOE que se hubiese constituido en una oposición exigente, vigilante y a la vez favorecedora de los intereses también de España y no centrarse únicamente en el interés personal de Pedro Sánchez ¡No es no! ¿Qué clase de eslogan político es ese? Ese es el eslogan de los abusos a mujeres y no de una formación política de la envergadura del PSOE a la que se le supone buena dosis de diplomacia, mano izquierda y afán de mejorar el país.

Tal parece sin embargo que ahora se regale la abstención por la premura de tiempo, sin haber negociado, aparentemente, las condiciones de tal abstención. Un tiempo perdido por personalismos absurdos carentes de toda racionalidad.

Por otra parte, si un partido político decide que su forma de actuación es la de representación no hay que estar consultando a las bases a cada momento; para eso han elegido representantes en sus órganos de gobierno. Y en caso de duda, echar la vista atrás al referéndum del Brexit o al plebiscito de Colombia, una vez acordados los términos de la paz con las FARC y organizar un espectáculo internacional para celebrarlo. La democracia directa ha de partir de reglas muy precisas establecidas con gran antelación. En otro caso, el partido se convierte en asambleario y así les va a algunos.

Es de esperar en cualquier caso, que de la inteligencia de los dos partidos mayoritarios surja la colaboración necesaria en bien de todos. Y para ello no es necesario que se casen; únicamente que trabajen para el país, cual es su obligación, que para eso les pagamos y no poco.