¿Estanque dorado? ¿Oasis catalán?

Me sorprenden afirmaciones como “el estanque dorado” referidas a la situación política en Cataluña con anterioridad al jueves 24 de febrero, en que Maragall, en sesión plenaria del Parlament, dijo aquello del 3 %.

Desde que el tripartito está en el govern, de estanque dorado nada de nada, empezando por el affaire Carod-Rovira y su reunión con ETA que le costó el anhelado cago de conseller en cap. Por bisoño e incompetente. Y menos mal, porque un político que solo ha vivido de proclamas y no ha tenido nunca la responsabilidad de un presupuesto ni una cuenta de resultados, mas que administrar su discreto salario qué iba a hacer de conseller en cap sino lo que hizo: meter la pata hasta el corvejón. Porque no sabe qué hace un conseller, un ejecutivo, pues lo suyo es armarla con las proclamas. Y cuando por fin salta al ruedo, después de años de chillar desde el tendido, los cabestros lo empitonan al primer lance porque es un monosabio sin oficio.

Y seguimos con el túnel de Bracons; cada uno de los tres partidos manifestándose por su lado y públicamente. Y las selecciones catalanas y la reunión de Fresno, con Carod-Rovira, de nuevo, desairando la candidatura de Madrid 2012 y poniendo en evidencia a toda Cataluña por su culpa.

Luego, el propio Carod-Rovira se queja que Joaquim Nadal tiene demasiado protagonismo mediático porque hace sombra al conseller sin corbata –antes había ministro sin cartera– porque sale siempre en la tele, pues es el portavoz del govern; tal y como él mismo Carod-Rovira había aceptado.

Pero cuando llega la crisis del Carmel, que salga en los medios el Nadal: porque es el portavoz y por ser el responsable de las obras del metro. Aunque primero se creyó el alcalde Clos que era responsabilidad suya, por ignorante. Y por ignorante, ayer no supo explicar en la rueda de prensa que él mismo había convocado, en calidad de qué se persona el ayuntamiento en la querella de los damnificados contra los responsables de semejante desaguisado urbano y se lo tuvieron que pasar apuntado en un papelito ¡Qué bochornoso!

Ni el Carod-Rovira ni el conseller sin corbata aparecen en los medios para dar alguna explicación sobre el asunto o cerrar filas con el govern al que pertenecen y al que se aferran para seguir comiendo caliente. Por cierto que, desde que comen caliente y por cuenta del erario catalán, Carod-Rovira se está poniendo orondo. Por lo menos, Joan Saura que tiene en casa a una versada ejecutiva de la administración local, Imma Mayol, toma nota a las horas de comer de qué se debe y no se debe hacer. Y ve a los otros actuar y es por ello que siempre se le escapa la risa, porque todo es divertido de cojones, como dice el hijo del gran capo en “Camino a la perdición”.

Así las cosas y la temporada del tripartito que es algo parecido a la temporada de cangrejos, como en “Mejor imposible” ¿de dónde saca alguien que esto es un estanque dorado? Ni siquiera un oasis. Qué va, ni hablar.