Wednesday, June 01, 2005

Un Larry King a la catalana, como las espinacas

Insigne y archifamoso Larry King, entrevistador estrella de la televisión norteamericana que ha aparecido en una treintena de películas y decenas de series de televisión actuando como sí mismo, tiene un fan sobresaliente en nuestra televisión pública catalana que aspira a la excelencia, en su categoría máxima de ángel, aunque a la catalana como las espinacas: con pasas y piñones.

Piñones los análisis simplistas que hace de las cosas para ponerlos en boca de sus entrevistados y pasas las conclusiones siempre erradas que hace de las respuestas de sus ilustres interrogados. Y las espinacas, ya saben, esa planta hortense, comestible, anual, de la familia de las Quenopodiáceas, con tallo ramoso, hojas radicales, estrechas, agudas y suaves, con pecíolos rojizos, flores dioicas, sin corola, y semillas redondas o con cuernecillos, según las variedades, como él mismo describiría para que su audiencia no crea de él que es un ignorante, tan ricas en hierro como nos enseñó otro famoso, Popeye el Marino, las que por su condición fibrosa provocan una regulación del tránsito intestinal, favoreciendo una gustosa expulsión de lo ingerido, incluso a los que se resisten a ello de forma incontrolada. El mismo efecto exactamente que producen sus intervenciones televisivas.

Nos estamos refiriendo, como es notorio, al genuino Josep Cuní, quien comienza sus avispados interrogatorios con unos exuberantes circunloquios que despistan al personaje más perspicaz. En cierta ocasión, Durán Lleida le dijo, luego de plantearle Cuní una supuesta pregunta y haberla matizado tres veces para que el sufrido televidente se percatara que el preguntador conocía todas las respuestas posibles “Ahora sí que me ha despistado del todo” pues una vez planteada la pregunta, Durán iba a contestarla y luego de toda la verborrea que siguió vomitando Cuní sin darle tiempo a hacerlo, tampoco yo sabía ya cuál había sido la cuestión original.

Y tiene por costumbre Josep Cuní, resumir la respuesta de su entrevistado, con un fácil aforismo o refrán popular, a modo de corolario, normalmente equivocado en un ciento por ciento. Cuando al final de la respuesta le dice al personaje de turno “¿Me está usted diciendo que…?” y sigue un aforismo que poco o nada tiene que ver con la respuesta. Habitualmente el entrevistado, en este punto indica “eso lo ha dicho usted que no yo” o “precisamente todo lo contrario” y en el mayor de los casos “no me ha entendido nada…”.

Hoy martes, le ha tocado el turno a Joan Delort, Secretario de Seguridad Pública del Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña, a raíz de los sucesos en Berga que han acabado con la muerte de un joven de la localidad, en una reyerta callejera. Nuestro Larry King de pacotilla no hacía sino magnificar la situación: la reyerta, la actuación de la policía autonómica, la respuesta popular, etc., y Joan Delort no le quitaba hierro pero trataba de mantener la cuestión dentro de sus parámetros objetivos, proponiendo no crear una alarma social. Así, cuando Josep Cuní le ha dicho, en vista de todo el suceso y la coyuntura “… estamos a las puertas…” “¡No!” le ha cortado secamente Delort: “Hemos quedado en que no deben sacarse las cosas de su estricto contexto ni plantear una situación global que no es cierta”.

Sería porque Joan Delort es el primer policía de Cataluña, pero le ha dado varios cortes hoy al Cuní del tenor del anterior y Larry King a la catalana se ha mordido la lengua, lo que me da que pensar, pues debe tener multas pendientes y no quiere enemistarse con quien podría dulcificar su pena por las mismas.

Algo parecido sucede cuando modera la tertulia de “Els matins de TV3” en la que, a parte de la desprestigiada -a sí misma- Pilar Rahola, a la que ha dado un espacio propio en el programa, suele tener interesantes invitados, con opinión propia, a los que alarga tanto los planteamientos de los temas a tratar dando todos los matices, luces y sombras posibles y respuestas a cada uno de ellos para aparecer informado e ilustrado que la tertulia de hoy que hasta no hace mucho comenzaba a las 9 de la mañana, a las 9:25 hoy no había empezado aún.

Eso sí, Josep Cuní reluce a diario, asentado su elíptico torso en sus inefables codillos reposados en la mesa, lo que le confiere un movimiento a sus brazos (antebrazos) propio de los tradicionales guiñoles al uso. Le sugerimos un asesor de imagen y sonido, pues cualquier día nos aparece en mangas de camisa y tirantes, como su ídolo Larry.

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