Monday, January 07, 2008

La cuesta de enero

Ya se han acabado las Fiestas Navideñas, esas de las que siempre dijimos ser fechas señaladas y entrañables. Aunque siguen siendo señaladas, lo de entrañables no está tan generalizado. Ni siquiera lo de navideñas; muchos se felicitan en esta época deseándose felices vacaciones simplemente, pues van a esquiar o a Cuba, a Botswana o a la Ribera Maya aprovechando que entre un par de puentes y otro par de días cedidos de las vacaciones de verano se junta una semana de asueto nada desdeñable.

Pero todo se acaba y comienza el nuevo año para la gran mayoría del mundo occidental, pues para los chinos, el año nuevo suele estar entre el segundo tercio de enero y el de febrero, dependiendo de la luna. Aunque a efectos comerciales, todos aceptan el año occidental. Pero comercialmente, este año 2008 recién estrenado se presenta duro.

Llamamos cuesta de enero a la subida, cuesta o rampa que representa el inicio del año, luego de las fiestas, dispendios, alegrías económicas y algarabías, como si en enero el banco no fuera a adeudarnos en la VISA el sumatorio de tanto regocijo. A muchos no les importa ni les afecta, pero a la mayoría va a traerles dolores de cabeza, disgustos de pareja y discusiones con el gerente y el interventor de su agencia bancaria.

El año no ha hecho más que empezar y en nuestro país el precio de los servicios básicos que fijan las autoridades políticas gobernantes o los proveedores en connivencia con ellas, ya se ha disparado muy por encima del IPC que se ha desbocado: 4,3% para 2007, del 2% recomendado por la UE. La electricidad, agua, gas natural para uso doméstico 4,8%, bombona de gas butano 5,29%, teléfono, transporte urbano, peajes y correos.

El paro ha subido un 5,27% respecto del año anterior y la Bolsa española ha bajado severamente y la de New York se ha desplomado al conocer los datos del paro; no los de paro en España, es claro, sino los de EE.UU. cuya tasa alcanzó el 5% en diciembre.

La recesión económica se está perfeccionando.

El pasado viernes 4 de enero, el Telegraph tenía un titular que decía: “La economía en riesgo de deuda de hambre”. Los bancos en Gran Bretaña están mirando con lupa las condiciones de los nuevos créditos, ante las drásticas medidas a los prestatarios por la compra de casas y otros sectores empresariales, debido a la confusión en los mercados de dinero de todo el mundo. Será cada vez más difícil asegurar los créditos y se incrementarán las insolvencias tanto personales como corporativas, a decir del Banco de Inglaterra. Los créditos se van haciendo mucho más estrictos.

Michael Saunders, economista jefe de Citigroup, dijo que “esto es pasar del festín al hambre”. Lo que no significa que se vayan a congelar los créditos sino que sus condiciones se harán mucho más duras.

Toda la prensa del fin de semana en España, tanto la de información general como la económica, está hablando ya abiertamente de crisis económica. El gobierno de ZP sigue escondiendo la cabeza bajo el ala, pero el PP se ha destapado ya sobre este asunto y será su caballo de batalla en la campaña para las elecciones del 9-M.

El Banco Central Europeo (BCE) está amenazando con actuar contra la inflación, a fin de prevenir la espiral precios-salarios como consecuencia de la subida del IPC que en la zona euro se ha situado en el 3,1%. Los sindicatos andan ya enredando en diversos sectores, (limpieza en el metro de Madrid; conductores de autobuses urbanos en Barcelona) a fin de ir preparando al sector empresarial de cara a los nuevos convenios colectivos.

Los políticos, como el propio Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, no quieren alarmar, pero las cosas son como son. Trichet, luego de hablar de subida de precios del dinero e inflación sin control, ponía paños calientes en Wiesbaden, Alemania, diciendo que el crecimiento económico de la eurozona es sólido pero que la inflación debe contenerse en el 2%. Y está más de un 50% por encima de lo aprobado.

Por otro lado, el precio del petróleo ha alcanzado esta pasada semana los 98,5 dólares y Chakib Jelil, el argelino actual presidente de la OPEP, ya ha dicho que la escalada de precios seguirá durante todo el primer trimestre del año 2008 y no prevé un incremento de la producción de crudo; aunque cabría plantearse un incremento de la oferta en la próxima reunión de Viena en febrero.

Y la ministra Chacón, de la vivienda, ha publicado ya los formularios para solicitar las facilidades económicas y crediticias que dará su ministerio para que los jóvenes accedan a una vivienda de alquiler y así puedan emanciparse de sus papás. Aunque probablemente los nuevos emancipados consigan pagar el alquiler y dar la fianza gracias a la magnanimidad de la ministra con el dinero de todos los ciudadanos, seguirán llevando la bolsa de la ropa sucia a casa de sus padres, pues la cosa no da para todo. Y el acceso al alquiler no es tanto la carencia de medios como la voluntad firme de hacerlo.

Aunque no se sabe cuándo van a empezar a cobrarse tales ayudas a la emancipación, como eufemísticamente denomina la Chacón a la prebenda, cabe que sea en el mismo plazo que las ayudas para la dependencia, cuya ley del ministro Caldera, de Trabajo y Asuntos Sociales, fue mucho anterior y los destinatarios no han visto aún tales ayudas.

Si esperan conseguir los votos de todos esos beneficiarios vale más que empiecen a emitir las transferencias bancarias; y aún así, dudo mucho que voten a ZP por ello.

En cualquier caso, es manifiesto que la cuesta de enero tiene una pendiente este año 2008 superior al 45% y habrá que meter la reductora para superarla; el que tenga reductora, por supuesto, pues la mayoría de los mortales vamos siempre en directa. Y así, no subiremos la cuesta.

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