Monday, August 13, 2007

Pasqual Maragall se reconoce un incompetente

El que fue alcalde olímpico de Barcelona, con indudable brillantez en su saldo, aunque hubiese también claroscuros en su gestión se retrata a sí mismo. Pero tuvo un final de mandato impropio de alguien con sus aspiraciones mundiales y de cualquier alcalde que se precie, pues dejó el ayuntamiento en 1997 dando un portazo, a mitad de la legislatura y eso no se hace.

Maragall se desapareció de la política y se fue a vivir su vida. Parece que estuvo en Roma y daba clases de algo en la universidad.

Volvió pronto sin embargo, al año siguiente, para seguir en la política catalana y se inventó en 1999 una facción de su propio partido político, el PSC acólito catalán del PSOE, al que denominó Ciutadans pel Canvi, para su soporte personal de cara a las elecciones a la Generalitat de ese año, en las que consiguió ser el candidato del PSC-PSOE a President, dejando de lado al que ya estaba en la casilla de salida, Joaquim Nadal.

Perdió las elecciones de 1999. Perdió también las de 2003, pero su afán de acabar su vida política como President de la Generalitat le llevó a que se formara un tripartito de partidos perdedores pero que sumaban mayoría en el Parlament. Y así logró ser President, aunque a los tres años, sus propios correligionarios lo descabalgaron por incompetente.

Ayer se publica en el Diari de Girona una entrevista a Pasqual Maragall, en la que sin empacho alguno se reconoce de forma implícita como un incompetente, aunque él piense todo lo contrario, llevado seguramente por ese victimismo que caracteriza a tantos políticos catalanes, sabedores de su incompetencia que reducen a que la culpa es siempre de la España opresora de Cataluña, incapaces de resolver los problemas propios de su responsabilidad.

Dice Maragall con relación al Estatut:

“Habría valido más reformar la Constitución que tratar de modificarla desde fuera”. Y recuerda que lo que planteó inicialmente era una reforma de la Constitución, porque había quedado “envejecida”, pero que, finalmente, al ver que no era posible, se optó por elaborar un nuevo Estatut “e intentar forzar la Constitución sobre la base de una interpretación estatutaria que aún no sabemos si es constitucional”.

Maragall también subraya en la entrevista que su gobierno recibió una “presión derivada del Estatut” y que, en pleno proceso estatutario, el PSOE “se asustó. Y al final me vinieron a decir: Estatut sí, pero Maragall no”.

Si esto no es una declaración de incompetencia personal e incapacidad para asumir su responsabilidad como President de la Generalitat, ¿qué lo es entonces?.

De manera que siendo el líder político de Cataluña, no es consciente de que para modificar la Constitución se precisaba también la aprobación del PP, por aquello de las mayorías cualificadas para tal modificación. Y se deja embarcar entonces en una reforma del Estatut de Cataluña que él quería que fuese corto, como ha de ser toda constitución para ser entendidas por todo el mundo, como él mismo afirma en la propia entrevista y permite semejante redacción y aprobación de tan infumable Estatut.

¿No era él el líder político? ¿No era él el President de las Generalitat? ¿Por qué entonces no había de imponer su liderazgo y autoridad soportada en él?

Maragall nos da la respuesta a todo ello: por propia incompetencia política. Motivo por el cuál fue expulsado de la Generalitat, impidiéndole que se presentase a la reelección, luego de verse avocado a anticipar las elecciones.

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