ERC cada vez más incongruente

Con tal de chupar cámara de cara a las elecciones de cuando sea, estos de ERC están diciendo una serie de cosas que parece mentira que cuenten con el asesoramiento de Héctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). O no le dejan meter baza que es lo más probable o no se sabe la lección.

No se sabe si lo que pretende ERC es un estado federal o una confederación de estados porque manejan los dos vocablos indistintamente, denotando profundo desconocimiento en este campo también.

Porque la confederación es una organización que vincula a dos o más estados soberanos e independientes para unos fines concretos: defensa, relaciones internacionales, cooperación económica, entre las más frecuentes. Tiene su fundamento jurídico en un tratado o pacto de naturaleza internacional. En sus orígenes, Estados Unidos o Suiza fueron confederaciones y la actual Unión Europea tiene algunas características del mismo signo. Contrariamente a lo que es un estado federal que se trata de una forma de Estado unitario con fines generales. Su fundamento jurídico no está en un tratado, sino en una Constitución, producto de un acuerdo entre individuos libres e iguales que deciden constituirse en Estado para proteger sus derechos mediante un reparto territorial interno de competencias entre poderes distintos. Alemania o EE.UU. son estados federales.

Pero ERC además aboga por explicitar y reconocer el derecho a la secesión de los estados que conformen esa España que pretenden. Sin duda piensan que eso va a atraerles votos; pero solo tendrán los votos de los separatistas con los que ya cuentan, pues muchos de los arrebatados a CiU en las últimas elecciones al Parlament, más por desencanto de CiU que por verdadero apoyo a ERC, no son separatistas, luego no darán su voto a un partido que quiere la secesión.

Como los dirigentes de ERC no han hecho nunca nada en la vida civil o no política y no hay más que acudir a ver sus currículums en las propias páginas de ERC o la personal de Carod-Rovira, desconocen que Cataluña vive económicamente, en lo fundamental, de vender sus productos al resto de España y comprar de ahí también. Si con la salida de pata de banco que tuvo el Carod con la candidatura olímpica de Madrid se pusieron las cosas para el cava como se pusieron, una secesión sería el remate.

Pero eso al Carod le da lo mismo porque lo que busca es su vanidad personal que le lleva a desempeñar las más altas empresas de la política mundial. Es un iluso.

Finalmente, la referencia a la monarquía no se sustenta con nada. ERC, partido independentista y republicano, está dispuesto a patrocinar la secesión pero, al mismo tiempo, acepta la monarquía. La incongruencia de este partido, con el Carod-Rovira al frente, es paradigmática.