Wednesday, May 30, 2007

Aceptación Pasiva del Éxito

Lúcida deducción de Pepe Montilla para justificar la abstención del 27 de mayo, en las elecciones municipales en Catalunya.

Dice hoy El Periódico de Catalunya que entre las causas de la baja participación del 27-M, Montilla ha enumerado una "cierta aceptación pasiva del éxito colectivo y el notable bienestar en las ciudades", una "progresiva dificultad de comunicación" entre electores y candidatos, una "excesiva mediatización" de mensajes y propuestas políticas y una "cierta fatiga" ante procesos electorales previos, ya que en Catalunya, por primera vez, unas elecciones locales han sido la tercera convocatoria en un periodo de tan solo 11 meses.

No sé quién le escribe las declaraciones a Montilla, pero es claro que después del 27-M le ha dado vacaciones. ¿Creerá de verdad Montilla lo que dice o sigue timando al personal aún después de la campaña?

¿Progresiva dificultad de comunicación? ¿En la era de la comunicación? ¿De qué planeta viene Montilla?

¿Excesiva mediatización? ¿Quién acepta el contubernio con los medios? ¿O no es una payasada que se fotografíen los cinco candidatos al ayuntamiento de Barcelona saltando juntos en unas camas elásticas en la playa? Están tratando de apuñalarse unos a otros y ahora, a requerimiento de un hábil vendedor de periódicos, se juntan como si fueran tan amigos, tomando café juntos y mostrando una relación cordial falsa. Es todo una bufonada impropia de los que aspiran a ser nuestros gobernantes municipales.

Joan Saura que también es muy listo, además de conseller de Interior y Relaciones Institucionales y responsable de la participación electoral, ya dijo en un mitin de campaña: "El mensaje que quiero lanzar es clarísimo. Los que no se sientan de izquierdas, los que no se sientan ecologistas que hagan lo que quieran, que se abstengan, que voten lo que quieran. Pero la gente que de verdad tiene sensibilidad social, tiene sensibilidad medioambiental, tiene sensibilidad en relación con los temas de los derechos de la inmigración, que vayan a votar y que nos voten".

En efecto, a papanatas no hay quien le supere; invitando a la abstención. Pero es que con el dinero de todos que él administra, ya a resultas de la gran abstención en el 1-N, elecciones autonómicas de Catalunya, encargó un estudio para definir el perfil del abstencionista. Lo presentó el 29 de enero pasado y resume: “La Juani, protagonista de la última película de Bigas Luna, representa el perfil mayoritario del abstencionista en Catalunya. Tiene menos de 35 años, estudios primarios, habla habitualmente en castellano y vive en una gran ciudad de la provincia de Barcelona.” Si esto no es propio de un majadero miope en lo que le conviene, no hubiese publicado y pagado el informe. Aunque tirar con la pólvora del rey es propio de políticos negligentes y aprovechados.

Y concluye el estudio: “La única diferencia entre los que votan y los que se quedan en casa es que los abstencionistas consideran menos importantes las cuestiones identitarias y concretamente las relacionadas con la lengua, la cultura y el autogobierno.” Y no le cae un rayo celestial que lo fulmina. ¿Dónde estaría Dios…?

La gente, en su inmensa mayoría no va a votar por el hastío que les provoca el sistema político y los políticos que viven de él. Porque ven a los políticos como unos aprovechados que miran para sí mismos. Porque no hay libertad para elegir a los representantes del electorado, sino a partidos políticos que han confeccionado las listas cerradas en medio de navajazos y puñaladas traperas entre los militantes con aspiraciones políticas y anhelan un cargo público.

Montilla ha recordado hoy que uno de sus objetivos de Gobierno es promover una nueva ley electoral y, en este sentido, ha dicho que la confección de esta nueva normativa será un "buen momento" para que los partidos pongan en común sus reflexiones al respecto.

A ver si tiene la gallardía de mantenerlo y llevarlo a cabo con seriedad y vergüenza torera. O sólo será otra frase vacía después de unas elecciones, de las que le afloran cuando la mayoría le ha demostrado, con su abstención, que no comulgan con el sistema que le ha llevado a la presidencia de la Generalitat, pongamos por caso.

A los políticos les avergüenza la abstención porque comporta dejarles en evidencia, pero pasados unos días de las elecciones y vueltos a sus confortables poltronas (y más confortables aún con la subida del 20% de subvenciones públicas que se han otorgado a sí mismos los partidos con la aprobación de la nueva Ley de Financiación de Partidos) se les olvida la vergüenza y siguen instalados en la sinvergonzonería.

Tuesday, May 15, 2007

¿Votar en blanco? ¡Mejor abstenerse!

Nos atenazan ahora las elecciones municipales y autonómicas en casi toda España y muchos electores estamos francamente hastiados de nuestro sistema de partitocracia que no hace sino violentar la voluntad ciudadana, imponiendo el voto a los candidatos elegidos por el partido y sólo a uno de tales partidos.

En los partidos políticos, como en cualquier colectivo humano, hay muchos majaderos y mucha gente de bien. El problema surge cuando los majaderos imponen su autoritarismo a la gente de bien y se salen con la suya.

Los partidos políticos acaban de aprobar la nueva ley de financiación de partidos que aporta como novedad la supresión de las donaciones anónimas… ¡y qué más da! si ya nadie confía en ellos y no van a portar más dinero. La otra novedad es que, para compensar lo que dejan de recibir anónimamente de particulares, suben las subvenciones del Estado que manan de los Presupuestos Generales. El año que viene, cuando entre en vigor la nueva ley, los partidos políticos recibirán un 20% más de subvención que pagamos entre todos los españoles. Si esto no es un escándalo que baje Dios y lo vea. Y parafraseando a Benedicto XVI: dónde estaba Dios cuando el Congreso aprobó la nueva ley.

De manera que si uno quiere luchar contra el sistema a fin de que vaya entrando en nuestro ordenamiento jurídico una mayor y mejor democracia, al estilo de los países de nuestro entorno, como Gran Bretaña o Francia, no es lo más oportuno tratar de luchar desde dentro, pues el peso de los partidos ya asentados es tal que difícilmente conseguirá una nueva formación política hacerse oír con eco reformador, pues los demás siempre lo van a impedir.

Ahora hay una buena ocasión para manifestar disconformidad con la situación política y los propios políticos, con las elecciones municipales y autonómicas.

Muchos se plantean votar en blanco porque no saben qué partido es menos malo. Pero votar en blanco es aceptar el sistema y participar de él votando. Mientras que una demostración de rechazo al sistema es abstenerse de votar, como está sucediendo últimamente en este país y cada vez con un mayor nivel de abstención.

Acabamos de ver con envidia cómo han funcionado las cosas en Francia. No ya sólo por el nivel de la confrontación política y el debate de los dos candidatos a la presidencia de la República en la segunda vuelta, sino por el nivel de participación del 85% del electorado mostrando el interés por su candidato y, en definitiva, por la política del país.

De manera que la única forma seria de mostrar disconformidad con el actual sistema político en España es abstenerse en las próximas elecciones y seguir manifestando opinión a continuación, pues no es cierto que quien calla otorga, sino quien calla no dice nada…, o dice mucho. No al sistema; no a la partitocracia; no a los políticos arribistas y carentes de formación; no a los politiquillos sin oficio ni beneficio que han encontrado sustento económico en las filas de un partido político.

Es incierto que quien no vote carezca de legitimidad moral para expresar luego su opinión ante los resultados electorales y ante las consecuentes tropelías de quienes accedan a sus escaños, fruto de la tropelía previa de haber organizado un sistema político como el español, en el que mandan los aparatos del partido y los candidatos a obedecer. Y si hay dudas que le pregunten a Pasqual Maragall.

Mientras uno sea ciudadano y encima pague sus impuestos, está legitimado para criticar cuanto le apetezca de la política, haya o no votado ¡No faltaría más!

Porque el no a la corrupción y a otros ilícitos penales se han de dilucidar de oficio en los tribunales de justicia.